15 de junio de 2014

Cuento y receta



Llevaba unos días con la receta del Restaurante Imaginario de Iván Plademunt en la cabeza y no terminaba de aparecer la historia. Hoy apareció por fin, apareció sin quererlo, cuando no estaba pensando ni en la receta ni en el cuento. Supongo a que los cocineros que crean también les pasará algo parecido. Al final no estoy seguro de si el resultado es tan redondo como el plato que nos propone Iván. Pero de todas las posibles tramas esta es la mejor cocinada. Os lo aseguro.


RAVIOLI DE REMOLACHA RELLENA 
DE CABRALES CON SALSA AL PESTO


Fue el último en darse cuenta que su pareja estaba con otro. A pesar de los signos más o menos explícitos que ella le había hecho llegar. Y no solo porque ella se abriera un perfil en una red social en el que había aceptado una única solicitud de amistad. Ni tampoco porque el escaso tiempo que pasaban juntos ella estuviera pegada al móvil mandando “guasaps”.
         Los signos más evidentes fueron cuando decidió teñirse el pelo de morado, pintarse las uñas en un verde pesto y empezar a comer queso de cabrales. Ella que odiaba el queso.
         Al final, ante tanta ceguera, ella pensó que para qué hablar y despedirse educadamente. Así que le preparó un plato de pasta fresca, lo colocó en la mesa del salón sobre el mantel, junto a una botella de vino y le escribió una nota: “Me voy a los Picos de Europa”.
         El plato, el mantel y la botella de vino siguen en la mesa del salón esperando a que ella regrese de su excursión.

Manuel Légolas.

Ya sabes que puedes compartir tanto la receta como los cuentos. Y que si haces la receta nos gustará saber como te supo.

No hay comentarios: