23 de marzo de 2014

nos llegan DOS CRÍTICAS


HABÍA UNA VEZ

Había una vez una mujer que vivía los cuentos, le era fácil transportarse a situaciones ajenas pero tan cercanas a la vez... Por ejemplo, conocía a la Tía Miseria, porque se la habían presentado sus antepasados y la había visto en sus viajes a otras tierras. En la actualidad la tenía aquí al lado...

En algún momento había vivido experiencias íntimas pensando, sentada en el trono blanco del Sr. Roca...

Y sabia lo que era el amor, aunque a veces se le olvidara...

Pero esa mujer anhelaba los jueves de cuento en Alcalá y ayer los Légolas le concedieron su deseo...

Muchas gracias por ello.

ELEAZAR OLMO

 

BURBUJEANTES

La otra noche pudimos ver a los Légolas en estado puro, frescos, deslumbrantes, burbujeantes. Fue una sesión memorable, de esas que no quieres que acaben. Hicieron una primera parte de tradición oral en la que la puesta a punto y el “tuneao” de historias como La Tía Miseria o El hombre sin Suerte me dejaron con un regusto bien agradable. Para la segunda parte eligieron cuentos de autor, alguno bien escatológico pero contado con tanta sensibilidad que me olvidé que la protagonista era una taza del váter. Y acabaron con un clásico, su clásico, Lucía Galindo. Mira que les habré  escuchado veces esta historia y no me canso de ella. Siempre me suena diferente, siempre encuentro matices.

Enhorabuena Légolas. Y felicidades a La Posada de la Parra por tener un espacio y unas horas para los cuentos, que ya andábamos necesitados.

LUCAS FONDÓN.

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