14 de junio de 2012

más animales de compañía


PARA ROBERTO

Como algunos ya sabréis al acabar la sesión de “Animales de compañía” nos damos cuenta que hemos llegado al final y Roberto, el niño de quien tomamos las historias no tiene mascota. La mosca Serafina, la Mosca de Gusti, se marchó en busca del mar, y desde entonces Roberto anda busca que te busca un animal de compañía. Es por ello que en el final de la sesión pedimos a los niños y niñas que nos den alguna idea, que nos manden algún dibujo, canción o poema que nos pueda servir de orientación para Roberto.

En el año que llevamos con este espectáculo no son muchas las veces que se ha dado el caso en que aquello que pedimos voluntariamente nos lo envían. Pero estas pocas veces son de lo más gratificante, por que los correos que nos llegan no solo traen un poemita o una imagen, traen las palabras de los adultos que acompañaron a los más pequeños a la sesión y que son los encargados de hacer el envío por correo electrónico. Palabras sobre lo bien que lo pasaron, palabras sobre los cuentos contados, palabras sobre ese ir más allá de la sesión que se produce. En ocasiones se generan debates familiares sobre la conveniencia o no de un animal u otro de compañía para Roberto. Las familias disfrutan de sí mismas, dialogan, van más allá de la mera sesión de cuentos.

El pasado sábado, 9 de junio, estuvimos contando en la biblioteca de la CAM Rafael Alberti, y allí pudimos disfrutar de la presencia de tres caballeros, los tres con un polo verde, los tres sentados plácidamente en su butaca. Un papá que con sus dos hijos habían acudido a ver y escuchar nuestros “Animales de compañía”.  Estaban sentados en primera fila y fueron partícipes de la sesión en todo momento, aportando, comentando, sonriendo… Fue de estas veces que tienes alguien entre el público que está para comérselo, que decimos nosotros, y ellos así estaban. Al acabar se acercaron y estuvimos hablando de los cuentos contados y de las posibles mascotas para Roberto. Nos prometieron que iban a enviar su animal de compañía. Y lo han hecho.

El lunes recibíamos con gusto un correo del papá, Fernando, en el que nos confesaba lo emocionados que habían estado los tres tras la sesión pensando en los cuentos y en las mascotas. Nos contaba cómo habían ido, en familia, más allá de los cincuenta minutos de cuentos. Y esto nos llenó de alegría, nos llena. Y de regalo dos mascotas para Roberto que venían con el correo..

Fernando Prados, “Fer”, de cuatro años nos manda un conejo Lila, la mar de bonito. Y su hermano Juan, de seis años, nos propone una ardilla. Conejos y ardillas son animales que seguro que a Roberto le gustarán. Aquí van los dibujos.

 Fernando Prados, 4 años, un conejo.


 Juan Prados, 4 años, una ardilla.


Ahora tan solo nos queda daros las gracias, a Fernando, Juan y Fer, por las mascotas, por la ilusión y por vuestras sonrisas. Gracias.

Manuel y Carmen, Légolas.

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