FUEGO
La palabra fuego posee trece acepciones distintas
en nuestro diccionario.
La primera de ellas dice:
Calor y luz producidos por la combustión.
La octava, sin embargo, después de haber recorrido distintos
tipos de fuego, asevera: Ardor que excitan algunas pasiones del
ánimo; como el amor, la ira, etc.
FUEGO es un conjunto de historias donde quizá lo más
importante no es aquello que arde, o durante cuánto tiempo, ni tan siquiera el
por qué.
FUEGO es una invitación a detenernos en el origen de
esas llamas que se producen los protagonistas de cada historia y en quien se
deja llevar por las palabras que las cuentan.
Historias que nos llevan de la mano de la voz a lo que en
origen fue todo... FUEGO.
FÉLIX ALBO
Una
cueva en Tarragona, una Universidad en Elche, en Salamanca, en Burgos; el patio
de un convento y también el de una escuela, y una cárcel y una y otra orilla
del Atlántico; un bibliobus en el desierto y la orilla de un río silencioso en
Cuenca; una y mil bibliotecas; mil bibliotecas; teatros, salones de cultura, de
plenos, más teatros y también museos; la costa venezolana y la capital y llanos
de Bolivia, el interior de México y un aquí y allá en Colombia; el Instituto
Cervantes de Milán, el de Marrakech; las Fundaciones Culturales de media
península, y las Baleares, y también las Canarias.
Las
historias de Félix Albo se han escuchado en las orejas de insondables lugares.
Pero sus historias no se quedan ahí, en la oreja. Caen dentro,
por esa especial manera que tiene de hacer lenguaje único del humor y la ternura,
la sorna, la
bellaquería. Sus historias van desde el dolor de mandíbula
partida al sentir respirar en el silencio. Sus espectáculos siempre dejan una
sonrisa en los adentros y mucha, mucha ropa tendida.
Quizá
sea que lleva contando historias desde el año 1994. Quizá porque ha participado
en los festivales más importantes de este lado del mar y también del otro.
Quizá porque le encanta mirar la vida con sus ojos de mediterráneo que van de
la fiesta intensa a la terneza voraz. Quizá sea por lo que sea, pero mucha
gente cuando escucha a Félix Albo no puede evitar tener ganas de escucharle
más. Y lo hace en cuanto puede.
A
veces va dejando trocitos suyos en sus libros de historias y dicen que es como
llevártelo para que te siga contando. Pero él prefiere el encuentro, la mirada,
el viaje juntos a través de sus personajes, de lo que les pasa, de lo que nos
cuentan. Un viaje hecho con la palabra, solo la palabra y con todo lo que ella
genera.
21:00 h.
La Corrala, C/
Damas 9.
Entrada libre.
Consumición mínima 3 €.
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