1 de noviembre de 2009

la crítica del NAÏF

La mitad de cuatro, el doble de uno.
Ese número perfecto.

Mira que de pequeño, en el colegio, uno quiere pasar normalmente desapercibido. No llamar demasiado la atención por aquello del qué dirán. Que no se note mucho que existes; tanto para lo bueno como para lo malo. Pero a estas alturas, cuando le eligen a uno para reinaugurar estas sanas críticas de los cuentacuentos de Légolas, empieza a replantearse qué hizo mal en aquel tiempo. En fin, es sólo una broma…

Me toca dar la bienvenida y no podía estar más orgulloso que junto a los Légolas inaugurando plaza nueva, nueva etapa, nuevas ilusiones y un montón de cuentos. Será que le tienen a uno un poquito de cariño y que esto de escribir -a lo que tan humildemente llevo dedicándome años- no cae en saco roto.

Bien, aquí no he venido yo a hablar de mi libro, sino de cuentos, así allá que vamos. La noche de ayer se presentaba idónea para esto de la narración oral, noche despejada de otoño, temperaura suave y una reinauguración de lujo con viejos conocidos tras las tablas. Pero pronto las contradicciones aparecieron entre la pareja de cuentistas… ¿Hermanos, novios, polos opuestos? Es igual, el caso es cada uno sembró su estilo y su borrón. Dejando huella. Pero no había problema, porque ahí estaba cada vez un cuento nuevo para intentar superar al anterior.

Nieves y Dani, Dani y Nieves, o lo que es lo mismo “BORRÓN Y CUENTO NUEVO” son ese par de dos que se complementan encima de un escenario, que lo que no da el uno lo da el otro, y que demuestran que de la sensibilidad y el susurro se puede pasar a lo mundano y jocoso con el mismo buen poso de historia bien contada.


DANI, QUE PARECE ESTAR POSEÍDO POR LA DECORACIÓN DE HALLOWEEN



Contaron mucho y contaron bien. Pequeñas pinceladas de una vida cuyo paso en el tiempo se ve reflejado en cada historia. Desde el origen de un gringo en un autobús que apuesta su alma sin conocer cómo se juega de farol, hasta la historia de un amigo de un abuelo que terminó haciendo creer a un pobre niño que su orígen venía de la atmósfera. Desde las primas de Dani -Silvia y Marta- que unidas por una mano invisible terminaron dormidas en una cama inmesa, hasta el rey machista y el hada que le cambió de sexo nunca se sabrá muy bien cómo. Desde un viejo obsesionado con los dedos ajenos coleccionados en una cajita, hasta la espontánea que casi termina subiéndose a las tablas. El caso es que en cada historia puede decirse que anoche la mitad de cuatro siempre fue el doble de uno. Ese número perfecto que se traduce en una pareja de estilos. Un cruce de caminos, una barita diferente que embruja según el alma, sin más.


NIEVES, POSEÍDA POR DANI PROBABLEMENTE


Nada más que objetar. Un buen y prometedor comienzo. Buen sitio, buen ambiente, mejores personas y esa puerta que no terminaba de abrirse nunca, ¿verdad Manuel?

Gracias al Café Naïf por abrirse al cuento. Gracias por dejarnos disfrutar con ellos. Gracias a los Légolas que siguen firmes en su empeño de inundarnos de palabras. Es una gran noticia. Estuvo bien y espero que siga mejor… No me cabe la menor duda.

Un abrazo cuentil, que no cuentista… ¡Seguimos tras la pista de los cuentos!

Raúl Sánchez Plasencia
(Alcalá de Henares)

No hay comentarios: