Te sientas a tomar una cervecita y cuando menos te lo esperas ya estás dentro del cuento.
Miguel Rojo tiene esa facultad. Te envuelve con su voz, con sus frases medio acabadas, que cada uno termina por darles un final particular en su propia mente, de modo que vas participando en el cuento y reconociéndote como parte del hilo de la historia.
- ¿Su nombre?
- ¿Yo?, yo me llamo Ramón.
O como el propio Miguel Rojo cuenta, yo me llamo como quiero porque pongo el nombre que mejor me parece a cada cosa, y envío al azar ramilletes de flores a destinos inciertos.
Miguel se ríe del destino cuando le enfrenta a esa abuela que no le contaba cuentos. Miguel vuelve especiales pasajes que aparentemente no tienen nada que pueda resaltar. Sus gestos, sus movimientos en el escenario, las poesías que va introduciendo… hacen que todo sea chispeante, nuevo.
Yo no me creo que sus cinco abuelas no le contasen cuentos. De casta le viene al galgo, o algo así, porque él es capaz de poner ternura en los piratas y desconcierto en los dioses; melancolía por el futuro y sorpresa ante el pasado. Complejo y sencillo; vulgar y elaborado.
Miguel Rojo tiene esa facultad. Te envuelve con su voz, con sus frases medio acabadas, que cada uno termina por darles un final particular en su propia mente, de modo que vas participando en el cuento y reconociéndote como parte del hilo de la historia.
- ¿Su nombre?
- ¿Yo?, yo me llamo Ramón.
O como el propio Miguel Rojo cuenta, yo me llamo como quiero porque pongo el nombre que mejor me parece a cada cosa, y envío al azar ramilletes de flores a destinos inciertos.
Miguel se ríe del destino cuando le enfrenta a esa abuela que no le contaba cuentos. Miguel vuelve especiales pasajes que aparentemente no tienen nada que pueda resaltar. Sus gestos, sus movimientos en el escenario, las poesías que va introduciendo… hacen que todo sea chispeante, nuevo.
Yo no me creo que sus cinco abuelas no le contasen cuentos. De casta le viene al galgo, o algo así, porque él es capaz de poner ternura en los piratas y desconcierto en los dioses; melancolía por el futuro y sorpresa ante el pasado. Complejo y sencillo; vulgar y elaborado.



Ya nos gustaría a nosotros volver a cumplir 25 años. De momento nos conformamos con celebrar el cumpleaños de la Biblioteca Municipal de Meco. Durante todo este mes de octubre están de fiesta en la biblioteca, exposiciones de libros, autores y fondos antiguos, una reconstrucción de lo que era la primera biblioteca con los archivos originales, el libro de registro de los fondos bibliotecarios, y sesiones de títeres y cuentos. Allí estuvimos contando historias como si estuviésemos en nuestra casa pues las "Maricármenes", que son las dos bibliotecarias, te hacen sentir así, y el público también. Feliz cumpleaños.













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