La propuesta que Iván Plademunt nos hace esta vez es de lo más interesante. Se
trata de un pan elaborado con cerveza. Y así, entre mordisquito de pan y
traguito de cerveza salió este GASTROCUENTO.
Le habían regalado
una caja de lo más mona que contenía cuatro botellas de cerveza. Se trataba de
una marca nueva en el mercado, Enigma, rezaba la etiqueta. Hacía días que
estaban en el frigorífico enfriándose y aquella noche pensó que había llegado
el momento de probarla.
Abrió una de las
botellas, sirvió el contenido en una copa especial y bebió. Enseguida le
vinieron a la cabeza los aromas de la campiña cuando paseaba de pequeña, el
amarillo del trigo y el verde de la cebada recién crecida. Se interesó por la
etiqueta y leyó que se trataba de una cerveza artesana con una triple
fermentación y triple malta.
Emocionada por estos
recuerdos tomó harina de trigo, de cebada, masa madre y aquella cerveza. Mezcló,
amasó, dejó crecer y la introdujo en el horno. Y no sabe si fue cosa del
embriagador aroma de la cocción del pan o quizá de la propia cerveza que su
mente se ausentó y su cuerpo se dejó llevar.
Amaneció desnuda,
rodeada de migas de pan entre las sábanas, con la puerta del horno abierta y con una sensación de
placer inigualable.
No sabe qué pasó aquella noche. Pero si que tiene claro que tan solo le quedan tres oportunidades para resolver el Enigma.
No sabe qué pasó aquella noche. Pero si que tiene claro que tan solo le quedan tres oportunidades para resolver el Enigma.
Manuel Castaño.
Ya sabes que puedes compartir tanto la
receta como los cuentos. Y que si haces la receta nos gustará saber como te
supo.
1 comentario:
me encanta... y está tan bien enfocado a cuando se hace una receta....recuerdos, deseos, espectativas... Felicidades!
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