29 de agosto de 2014

cuento y receta



Un cuento para empezar el día, una receta para el desayuno. La propuesta es que cocines estos deliciosos croissants de Iván Plademunt, te prepares un buen café o un buen té, o lo que quieras y te sientes a desayunar y leer este GASTROCUENTO.

CROISSANT

Se enamoraron allí mismo, en el horno, entre harinas, varillas de mezclar, natas montadas y azúcares. Se enamoraron nada más conocerse, cuando los dos eran aprendices. Se enamoraron como solo la levadura sabe enamorarse del agua, la harina y la sal. Para siempre.
Se enamoraron tanto que no podían vivir el uno sin el otro. Por eso un día él se pinceló el cuerpo de mantequilla y se rebozó en harina mientras que ella se desnudaba, se tumbaba en la mesa de amasar y abría sus muslos para recibirle a él. Y él entró en aquel horno nuevo, y llegó al vientre, y arqueó su cuerpo esperando que ella le diera calor. Y ella excitada y plena subió la temperatura de su útero. Y así hicieron el amor por última vez y para siempre.
Manuel Castaño.

Ya sabes que puedes compartir tanto la receta como los cuentos. Y que si haces la receta nos gustará saber como te supo.

22 de agosto de 2014

cuento y receta



Parace que los panes de Iván Plademunt nos  inspiran bastante pues este es el tercer GASTROCUENTO que nace de una de sus recetas de pan. Esto de los cuentos y las recetas es lo que tiene que nunca sabemos por dónde van a salir.

PAN DE LAVANDA

¡Papá!, ¡No te vayas!- le dijo su hijo desde la cuna.
No me voy, mi amor– dijo el padre apagando la luz.
Velaré tu sueño– añadió.
Se tumbó en el suelo junto a la cuna y el pequeño le pidió la mano. Y él se la dio. Y amasó sus dedos, y repasó las finísimas líneas de la palma y se le cerraron los ojos. Y soñó con las manos de su abuelo, con los veranos en la masía, con los paseos para recoger lavanda junto a su yaya.
Mientras, desde la cuna, su pequeño hijo velaba su sueño.
Manuel Castaño.

Ya sabes que puedes compartir tanto la receta como los cuentos. Y que si haces la receta nos gustará saber como te supo.

18 de agosto de 2014

de Librerías



“Alas”
En Valencia, en una calle con nombre de río y pegadita al antiguo cauce del río, se encuentra un espacio por el que fluyen los libros, por el que vuelan ilustraciones como libélulas, y en el que su alma, Aurora Ruá, deja que todo el mundo se moje de una corriente creativa. Este espacio se llama ALAS y es de nuestro gusto e interés. Esperamos que tras estas líneas también lo sean del vuestro.

Detrás del nombre de la librería seguro que hay una historia, que hay un algo que contar, ¿cuál es la de ALAS?
No fue fácil encontrar y seleccionar un nombre. O no lo fue para mí, parecía que estaban toooooodos inventados.
Como todo me resulta más sencillo si lo dibujo, empecé a garabatear un posible logotipo que me diera alguna pista. Así surgió el dibujo de las alas, y a través del dibujo, llegó el nombre (suelo hacer las cosas del revés, no lo puedo evitar…).
Me pareció un nombre sencillo y a la vez, sugerente: Alas para elevarse, para dejar volar la imaginación…

¿Cuánto tiempo lleva abierta la librería?
Un año y unos meses, abrí a finales de Marzo de 2013.

¿Qué es ALAS?
Un espacio para olvidarse de los problemas, para crear, para trabajar con las manos, para reunirse y conocer gente con tus mismas aficiones e inquietudes.


¿Cómo se te ocurre la idea de montar una librería de este tipo?
Ni idea… Seguramente, un poco obligada por la crisis económica y la falta de alternativas. Puestos a re-inventarse, ¿por qué no probar con algo que te guste?

¿A qué te dedicabas antes?/¿Compaginas esta labor de librera con algún otro oficio?
Estudié Derecho y siempre me dediqué a temas relacionados con las tasaciones inmobiliarias y con el Derecho Registral e Hipotecario. Para compensar tanta diversión escribía e ilustraba cuentos, inicialmente para mis hijos, después empezaron a publicarme.

¿Qué tipo de clientes llegan hasta ALAS?, ¿qué crees que van buscando?
Como clientes de la librería hay dos tipos diferenciados:
Por un lado, el cliente casual, el de “pasaba por aquí”, que no va  buscando nada en concreto y se sorprende al descubrir la cantidad y diversidad de libros ilustrados que hay. Se sorprende más aún al enterarse de que no son exclusivamente para niños, y se deja orientar y guiar con facilidad.
Por otro lado, está el cliente que va expresamente, “a tiro hecho”,   porque le gusta lo que hay y sabe lo que quiere.

Como clientes o alumnos de los talleres, la diversidad es mucho mayor. Viene gente de todo tipo, con inquietudes muy distintas, pero con la finalidad común de aprender alguna actividad, de disfrutar, de regalarse unas horas de relax, de “desconexión”, de pasar un rato agradable haciendo lo que les gusta.


¿Qué opinas de la producción literaria actual y el mercado infantil?
Creo que actualmente hay una sobreproducción o exceso de oferta, una calidad y diversidad apabullante. Hay literatura para todos los públicos y todos los gustos. Por eso es importante que los padres, que suelen ser los que adquieren los libros infantiles, sepan buscar y seleccionar, y ofrezcan a sus hijos el repertorio, tanto literario como estético, más amplio posible.

¿Qué es ser librera en un espacio con ALAS?
Me gusta descubrir los libros ilustrados a las personas que no los conocen, que desgraciadamente son muchas. Y me gusta encontrarme y compartir descubrimientos con los que sí los conocen y los aprecian.

¿Hacéis actividades en la librería?, ¿Cuáles?
Tenemos clases regulares de Cerámica, Dibujo, Pintura, Ilustración… Y eventualmente, talleres de Fotografía, Encuadernación, Manualidades, Cuenta-cuentos… ¡Mil cosas!
De vez en cuando tenemos presentaciones de libros, tertulias, charlas y coloquios, normalmente relacionados con la Ilustración, y también organizamos exposiciones temporales de artistas locales.

La librera se confiesa:
Un libro para toda la vida… “Cien años de soledad”
Un libro para regalar siempre… “Cien años de soledad”
Un ilustrador o ilustradora a tener en cuenta… Gabriel Pacheco
El desayuno ideal… Cualquiera, en buena compañía
Qué hay debajo de tu cama… Nada (espero… Luego miro…)
Te gusta leer en… Cualquier sitio, no tengo manías.

DIRECCIÓN, CONTACTO Y WEB
Aurora Ruá.
Calle Guadalaviar 9, 46009 Valencia
Facebook : Alas, espacio creativo

15 de agosto de 2014

cuento y receta



En esta ocasión Iván Plademunt y su Restaurante Imaginario nos propone un maridaje de mar y fruta de lo más interesante. Si quieres leer la receta antes que el cuento pincha aquí.


SARDINAS CURADAS CON MANZANA, SOJA Y LIMÓN.

Ahora que vamos despacio vamos a cocinar mentiras – dijo el Maestro de Cocina a sus pequeños alumnos. Todos abrieron los ojos de par en par y escucharon con atención como añadía: - por el mar corren las liebres y por el campo las sardinas.
¡Eso no puede ser! – dijo uno de los pequeños.
Si, si puede ser – dijo el maestro. Y a continuación descubrió la caja de madera que había tenido tapada con un paño blanco y un montón de sardinas frescas aparecieron frente a ellos. Las había con escamas de sal yodada, bronceadas con soja, plateadas y amarillas limón. Incluso había alguna con una manzana “cherry” en la boca.
Una tras otra fueron saltando de la caja a la cocina y comenzaron a nadar por toda ella. Mientras, los pequeños alumnos imaginaban mentiras con sardinas. Solo faltaba cocinarlas.
Manuel Castaño.

Ya sabes que puedes compartir tanto la receta como los cuentos. Y que si haces la receta nos gustará saber como te supo.

8 de agosto de 2014

cuento y receta



La propuesta que Iván Plademunt nos  hace esta vez es de lo más interesante. Se trata de un pan elaborado con cerveza. Y así, entre mordisquito de pan y traguito de cerveza salió este GASTROCUENTO.

PAN ENIGMA

Le habían regalado una caja de lo más mona que contenía cuatro botellas de cerveza. Se trataba de una marca nueva en el mercado, Enigma, rezaba la etiqueta. Hacía días que estaban en el frigorífico enfriándose y aquella noche pensó que había llegado el momento de probarla.
Abrió una de las botellas, sirvió el contenido en una copa especial y bebió. Enseguida le vinieron a la cabeza los aromas de la campiña cuando paseaba de pequeña, el amarillo del trigo y el verde de la cebada recién crecida. Se interesó por la etiqueta y leyó que se trataba de una cerveza artesana con una triple fermentación y triple malta.
Emocionada por estos recuerdos tomó harina de trigo, de cebada, masa madre y aquella cerveza. Mezcló, amasó, dejó crecer y la introdujo en el horno. Y no sabe si fue cosa del embriagador aroma de la cocción del pan o quizá de la propia cerveza que su mente se ausentó y su cuerpo se dejó llevar.
Amaneció desnuda, rodeada de migas de pan entre las sábanas, con la puerta del horno abierta y con una sensación de placer inigualable.
No sabe qué pasó aquella noche. Pero si que tiene claro que tan solo le quedan tres oportunidades para resolver el Enigma.
Manuel Castaño.

Ya sabes que puedes compartir tanto la receta como los cuentos. Y que si haces la receta nos gustará saber como te supo.

1 de agosto de 2014

cuento y receta

La propuesta que Iván Plademunt nos  hace esta vez es de lo más refrescante. Un helado de zanahoria. Para chuparse los dedos. Y así, chupándonos los dedos salió este GASTROCUENTO.

HELADO DE ZANAHORIA

Aquella mañana de domingo amaneció blanca. Había nevado mucho durante toda la noche. La nieve se amontonaba en las aceras, los jardines, los coches, los patios… Todo estaba cubierto de nieve.

Mayores y niños se fueron despertando alborozados, emocionados, excitados por la nevada y por el día de juegos que les esperaba.

El más excitado fue Mauricio, el heladero, que agarró su batidora de helados y un cable kilométrico y delante de su fachada batió y batió la nieve hasta convertirla en casi crema. Batió tres bolas de tamaños diferentes y las superpuso. Tomó dos galletas de barquillo y formó unos ojos. Tomó una zanahoria grande y alargada y creó una nariz. Tomó su gorro negro de cocina y cubrió la cabeza de su muñeco de nieve.

Aquel domingo en Tabernas, Almería, todos jugaron con la nieve como si fueran niños.

Manuel Castaño.


Aquí tienes la receta de Iván y su Restaurante Imaginario. Ya sabes que puedes compartir tanto la receta como los cuentos. Y que si cocinas la receta nos gustará saber como te supo.