VERSOS QUE ANIDAN
José
Manuel Blecua publicó en 1943 su obra Pájaros en la Poesía Española Hispánica,
una obra en la que sacaba a la luz la importancia de las aves como personaje o
figura metafórica en la poesía, desde Gonzalo de Berceo hasta Gerardo Diego.
Dedica especial atención a los poemas del Siglo de Oro, poniendo de manifiesto
los versos de Quevedo, Góngora o Antonio Mira de Amescua.
Partiendo
de estos versos se nos ocurre proponer la creación de una casa de pájaros. Una
casa que será habitada por los versos antiguos, versos que anidan como pájaros.
DULCES VERSOS
El
adjetivo “dulce” aparece una y otra vez en los versos de Lope, Tirso, Cervantes
o Shakespeare entre otros. Y en muchos de ellos les sirve para adjetivar
sensaciones o personas agradables. En ocasiones este adjetivo está vinculado a
sustantivos como miel o azúcar.
El
diccionario de la RAE dice en la primera acepción de la palabra dulce: “Que
causa cierta sensación suave y agradable al paladar, como la miel, el azúcar,
etc”.
Este
taller tiene como principal objetivo cocinar unos versos dulces al paladar,
unos versos comestibles. Los participantes se convertirán en reposteros durante
unas horas y elaborarán un pastel que incluye los versos de los autores
anteriormente citados. Y una vez confitados los versos nos los comeremos.
DIRECTOS AL CORAZÓN
Son
muchos los autores del Siglo de Oro que han escrito versos directos al corazón.
Versos que en poemas aislados o formando
parte de una pieza teatral concreta hablan de amor, de amadas, de amados, de
amores correspondidos y no tanto. Y no pocas veces el órgano humano del corazón
aparece en ellos.
La
propuesta de versos directos al corazón es crear un pequeño poema pop-up con la
figura del corazón como elemento plástico, acompañada de esos versos
anteriormente citados.
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